Los jabones y champús sólidos y los polvos cosméticos naturales que pueden mezclarse fácilmente en casa con agua y convertirse en geles y productos capilares están de moda y permiten ahorrar en el envasado. Pero también tienen un buen recibimiento entre los consumidores los productos líquidos en frascos reciclados o las bolsas de monomaterial con productos para rellenar. En esta tendencia hacia la sostenibilidad encaja también un tubo de la empresa expositora en la 必威betway中文版入口 Hoffmann Neopac que está compuesto en más de un 95 % con materiales renovables. De ellos, el 10 por ciento procede de madera de abeto. Como consecuencia de ese contenido de madera, la superficie del llamado tubo Picea tiene un tacto rugoso. En cuanto a la función de barrera, la decoración, la idoneidad para el uso alimentario y la reciclabilidad, ofrece las mismas propiedades cualitativas que los tubos de PE tradicionales. La madera de abeto procesada proviene de bosques certificados de la UE, mientras que las fibras de madera se obtienen a partir de restos de serrín de aserraderos alemanes.
Materiales alternativos
Realizar una pequeña aportación para eliminar el problema de la contaminación del mar por plásticos: esto es lo que busca un nuevo material para etiquetas fabricado por UPM Raflatac con polímeros de PP de Sabic, con circularidad certificada. El plástico oceánico se recoge y se procesa mediante un procedimiento de reciclaje especial para transformarlo en aceite de pirólisis. Sabic utiliza este aceite como materia prima alternativa para fabricar polímeros de PP de circularidad certificada que, a continuación, se transforman en una lámina con la que UPM Raflatac produce finalmente el material para etiquetas. Está certificado conforme a las especificaciones del programa International Sustainability & Carbon Certification (ISCC). Como el PP con circularidad certificada de Sabic se comporta exactamente igual que los materiales de PP nuevos con base de petróleo, su implementación no ha supuesto ningún cambio en lo que respecta al proceso de producción de láminas y material para etiquetas.
Menos residuos en el envasado
Usar y tirar: esa suele ser la suerte de la mayoría de los envases utilizados en la cosmética y el cuidado corporal. Algunos fabricantes luchan contra este modelo con los sistemas de rellenado. Como alternativa a los envases desechables, permiten ahorrar en material de envasado y en costes de transporte y logística. Estos sistemas de rellenado están ya muy extendidos en muchos países. En Japón, por ejemplo, hace ya mucho tiempo que es habitual comprar jabón líquido, champú y productos de limpieza en finas bolsas de lámina que se usan para rellenar el dispensador de casa; o utilizar el envase del relleno directamente como envase primario gracias a una sujeción especial.
Pero el concepto refill no se limita únicamente a las bolsas de rellenado reciclables. Las droguerías y supermercados ya están probando estaciones de llenado para ver la respuesta de sus clientes a la posibilidad de rellenar ellos mismos los recipientes con productos de cuidado corporal, de limpieza, de lavado o detergentes. Los clientes pueden traer los recipientes de casa o comprarlos en el establecimiento. También hay planes para implantar un sistema pionero de envases de cosmética retornables. Funcionaría mediante la colaboración entre los fabricantes de envases y marcas y las empresas de gestión de residuos: unos se encargarían de recoger los envases de cosmética usados, otros de reciclarlos; y los últimos, finalmente, de transformar el producto reciclado en nuevos envases.